
La rivalidad comercial entre Estados Unidos y China podría escalar en una guerra comercial más agresiva
En el ámbito comercial, se prevé que la rivalidad entre Estados Unidos y China continúe avanzando,con repercusiones que podrían afectar tanto a economías emergentes como a la rezagada Unión Europea (UE). En los últimos años, las empresas chinas han intensificado su expansión internacional mediante la instalación de fábricas en el Sur Global, lo que les permite esquivar barreras comerciales y acceder a nuevos mercados. Como respuesta, Trump anunció un endurecimiento de las políticas comerciales, con mayores restricciones y aranceles que afectarán no solo al gigante asiático, sino también a los aliados tradicionales de Estados Unidos y a países vecinos como México y Canadá.
Este enfrentamiento no solo redefinirá las dinámicas económicas entre las dos potencias, sino que también podría remodelar las cadenas de suministro globales, exacerbando las tensiones macroeconómicas postpandemia y condicionando el crecimiento económico mundial en 2025. De acuerdo con la OCDE, se espera un crecimiento del PIB global del 3,3% para este año, impulsado por la resiliencia asiática y la moderación de las políticas monetarias restrictivas en economías avanzadas. Sin embargo, el conflicto comercial entre Estados Unidos y China representa un riesgo significativo para la recuperación de los mercados emergentes.