En su último año en La Moneda, el presidente Gabriel Boric y su coalición enfrentan el desafío de construir y patentar su legado en un periodo marcado por dificultades legislativas, tensiones internas y una oposición fortalecida. La agenda transformadora con la que inició su mandato sufrió un golpe significativo con el rechazo de la propuesta constitucional, lo que limitó la implementación de sus principales reformas y dificultó la construcción de un relato político cohesionado. Sin embargo, en la recta final, el Ejecutivo ha logrado articular algunos hitos estratégicos, entre ellos la reforma de pensiones, el aumento del salario mínimo a $500.000 y la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Estas iniciativas han sido producto de arduas negociaciones y del trabajo conjunto de los ministros Jeannette Jara y Mario Marcel en el Senado.
La aprobación de la reforma previsional se consolidará como un logro clave del gobierno y será utilizada como un activo político para la campaña oficialista de 2025. Sin embargo, el éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad del Ejecutivo para instalar un relato convincente que conecte con las expectativas ciudadanas y logre movilizar a su electorado. Chile Vamos también podrá adjudicarse la aprobación de la reforma, mientras que las derechas extremas ya comenzaron a cuestionar los costos fiscales de la medida.